¡Qué bueno! En el mundo se está revalorando el uso de la bicicleta antes de que en Aguascalientes se desvanezca esa tradición. Ojalá esto nos abra un horizonte de oportunidad para dignificarla y vitalizarla con orgullo.
Aquí y allá
El contraejemplo: escuché por la radio que los funcionarios públicos del Distrito Federal llegarán a sus oficinas en bicicleta, ¡qué osadía! Yo recuerdo mis intentos por andar en bicicleta por esa ciudad en los años ochenta y reconozco que además de convicción, necesitaba toda la juventud de la que gozaba entonces, y eso no sólo por el esfuerzo físico que representaba sino por el gran valor y la certeza que nos caracteriza en esos años de que no nos va a pasar nada. Corrí con suerte y se la deseo también a aquellos funcionarios.
Un referente: hace más de diez años, en Estrasburgo, Francia, los funcionarios públicos de la Agencia de Planeación de la Comunidad Urbana de Estrasburgo, llegaban en su bicicleta a trabajar: ¿los hombres que se encargaban de planear la ciudad, de traje y corbata, con su liga en el pantalón de casimir y su casco?
Unos años después en el 2004, volví a Francia y me encontré con que el lugar de los ciclistas ya era evidente en las calles, y no sólo en las de Estrasburgo, también en París, una de las grandes capitales del mundo globalizado. Me dio tanto gusto que me detuve a sacarles fotos.
Unos días después, en Estrasburgo, encontré también los carriles para bicicletas y mi buen amigo y maestro, René Tabouret, me platicó sobre sus reglas de uso y la forma en que habían sido recibidas para la gente de la ciudad. Dos cosas recuerdo muy bien de esa conversación. La primera es que dentro de la franja del carril para bicicleta, el ciclista siempre tiene la preferencia, y la tiene no sólo frente a los peatones, ¡también frente a los automóviles y los camiones urbanos! La segunda cosa que recuerdo fue su comentario sobre el hecho de que al principio la gente no veía esto con buenos ojos, pero poco a poco se fue haciendo a la idea.
Y en Aguascalientes ¿hacia dónde vamos?
Pues si no hacemos algo, seguiremos perdiendo la batalla: el parque vehicular crece por día, se han construido kilómetros de calles, avenidas, etc., las viviendas se van construyendo más y más lejos de todo, y hasta las casas de interés social que son cada vez más pequeñas, requieren al menos un lugar para estacionamiento. Además, ese cielo claro, orgullo de Aguascalientes, se ha visto considerablemente empañado por la contaminación ambiental.
Pero no sigamos con malas noticias.
Propongamos
A diferencia de la ciudad de México, y quizá otras grandes ciudades del país, Aguascalientes cuenta con elementos que facilitarían el uso de la bicicleta. ¿Por qué? Ante todo porque tenemos a favor el elemento clave: la gente. Contamos, primero, con que sigue viva la tradición de andar en bicicleta, aunque ésta se concentra en la población masculina de menores ingresos. Segundo, todavía podemos apelar a la urbanidad que caracteriza a la gente de Aguascalientes y que se manifiesta en conductas tan concretas como el llamado uno y uno que se practica en los cruceros viales.
Sin el factor humano, el esfuerzo sería prácticamente inútil. Pero hay al menos otros dos elementos que hacen de Aguascalientes un lugar ideal para impulsar este medio de transporte alternativo. El primero es la escala de la ciudad, lo que permite que haya rutas suficientemente cortas para recorrerse en bicicleta con un tiempo y un esfuerzo razonables. El segundo es la red de vialidades; ésta permitiría trazar carriles para uso preferencial de la bicicleta en diferentes partes de la ciudad.
Por último, en Aguascalientes ya existen algunos carriles para bicicleta, y son muy utilizados. El ejemplo más patente es el boulevard Miguel de la Madrid, espacio que únicamente requiere de implementar un sistema de señalización que haga claro su uso preferente, inclusive en las partes donde la vialidad corta para los accesos viales de los automóviles.
Me parece que existen muy buenas condiciones para dignificar y revitalizar el uso de la bicicleta en Aguascalientes. Creo que el principal faltante es relativamente sencillo, necesitamos contar con un proyecto. ¿Y qué mejor lugar para elaborarlo que el Instituto Municipal de Planeación? Si se abre ese horizonte de oportunidad para el uso de ese medio de transporte alternativo, la administración pública hará una contribución importante para el desarrollo sustentable de la ciudad. Esto por varias razones. Dos de las más importantes son las siguientes:
• Para los usuarios: les daría seguridad y mejoría su calidad de vida reduciendo los riesgos, acortando los tiempos que tardan en llegar a sus destinos y contribuyendo a aminorar sus gastos de transporte.
• Para todos los habitantes de la ciudad de Aguascalientes: contribuiría a frenar el vertiginoso crecimiento del parte vehicular reduciendo así, al menos dos problemas, el tráfico y la contaminación del medio ambiente.
En fin, un buen proyecto para el uso de la bicicleta como transporte alternativo haría de Aguascalientes, una vez más ejemplo de vanguardia en materia de planeación urbana.
Descripción Curricular
Doctora en sociología.
Labora como profesora investigadora en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Publicaciones más recientes sobre cuestiones urbanas:
• “Rescatar el espacio público” (2007). Revista Parteaguas, Instituto Cultural de Aguascalientes, 2(7): 42-45.
• Habitar una ciudad al interior de México. Reflexiones desde Aguascalientes (2004).
• SIHGO – CIEMA –CONCICULTA
– UAA.
• Barrio Las Cumbres. Aguascalientes, Aguascalientes. Los barrios pobres en 31 ciudades mexicanas (2004). SEDESOL CIESAS.
Actualmente coordina un proyecto de investigación intitulado “Aguascalientes frente a la globalización. Un análisis de sus implicaciones sociales y culturales”.
Publicado en, Orige. La Revista del Centro de Aguascalientes , 2007 (8-12)
contacto: benardsilvia@gmail.com
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